Esta tarta la descubrí hace un par de años y siempre que puedo la intento hacer. Es muy sencillita y sabe deliciosa, además se hace en 10 minutos.
Los ingredientes son:
- 200 gramos de galletas (Digestive, Maria, Chiquilin, etc...)
- 100 gramos de mantequilla
- 250 gramos de chocolate blanco
- 400 gramos de nata de montar
- 250 gramos de leche
- 2 sobres de cuajada
- 2 cucharadas grandes de azúcar
- 3/4 de una tarrina de queso para untar
La elaboración de esta tarta, como ya he dicho, es muy sencilla. El primer paso es triturar las galletas hasta que quede polvillo y después lo mezclamos con la mantequilla, que previamente hemos derretido en el microondas o al agua maría.
Ahora se cubre el molde con la mezcla. Se va repartiendo y aplastando por toda la base con ayuda de las manos. Cuando este listo lo metemos en el frigorífico mientras se hace la crema.
En una cazuela se añade la leche y la nata, dejando que se caliente. Se cortan las tabletas de chocolate en trozos y se mete en la cazuela. Con ayuda de las varillas removemos hasta que el chocolate este completamente derretido y añadimos el queso, la cuajada y el azúcar.
Durante aproximadamente 5 minutos tenemos que remover la mezcla para que no hierva. Pasado este tiempo vertemos la crema en el molde, la metemos en el frigorífico y esperamos hasta que la tarta cuaje.
Yo le puse fresas sobre la tarta porque me gusta mucho el contraste entre lo ácido y lo dulce, pero se puede poner virutitas de chocolate, gelatina de frutas, mermelada, lo que se os ocurra. También una vez añadí chocolate negro a la mezcla de galletas y quedó estupendo.
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